miércoles, 10 de octubre de 2012

delicadeza

Entró, como siempre entraba a cualquier lugar, con la frente bien en alto y el pecho hacia afuera, y en este lugar  social y de consumo  no iba a ser de otra forma. Se encontraba en un mercado de la comuna.
Siempre se relaciono con mucha gente, aun sin conocerla. Aprendió que con una sonrisa y, mucha actitud  se puede conseguir casi todo lo que uno quiera. La pasaba bien, con una sonrisa constante que generalmente se la dirigía  a  el mismo.
 Vendía una imagen extrovertida, simpática. Regalaba flores a las chicas y compartía el mate, y siempre le sacaba una sonrisa a la gente, o así lo sentía.
 Pero a ella nunca le dijo nada, ni la saludo. Se encargo si, de que ella lo viera, como quien fuera una gacela macho en celo, mostrando sus cornamentas.Si hasta no perdió oportunidad, de que ella lo escuche decir, que era tan dulce como el azúcar.
 Y al otro día en  su buzón, una carta de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario